Hace años estando en el pueblo de mi esposo, estábamos charlando cerca de la ermita cuando de pronto vi no muy lejos de mi a un hombre de unos cuarentaytantos años que apoyado en una barandilla estaba mirándome, era moreno y aún recurdo aquella cara. No sé como supe todo esto porque allí no había nadie y aunque yo fui consciente de que era una visión, lo cierto es que solo yo lo ví y me asusté mucho. La sensación fue como cuando uno fija la vista en un objeto y luego mira para otro lado y ve ese objeto proyectado en un contorno difuminado.
Mi abuela contaba que al poco de morir un conocido suyo, que por lo visto se habia tirado por el Tajo de Ronda, estaba acostada junto a mi abuelo y vió a los pies de la cama al fantasma del finado que la miró a los ojos y le sonrió. Ante los gritos de mi abuela, mi abuelo se despertó y le recomendó tomarse un purgante!!! pero mi abuela insistía en que aquello no era una pesadilla y tal fue asi que al poco de dormirse, volvió a verlo subir las escaleras que daban a la habitación y sonreirle nuevamente, a mi abuela aquello poca gracia le hizo y siempre lo relataba con absoluta convicción.
En mi familia se cuentan varias historias por el estilo y es posible ¿por que no? que no sea solo nuestra mente la que nos juegue malas pasadas sino que algo en el más allá nos quiera comunicar que existe otra vida....
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